La Grecia Clásica

I.-POLÍTICA,SOCIEDAD Y ECONOMÍA DE LAS POLIS GRIEGAS:

 -Etapa Arcaica: periodización de la historia de la antigua Grecia con la que la historiografía distingue la etapa en la que la Hélade (Ἕλαδε) salió del periodo anterior (la Época Oscura, caracterizada por la distribución del espacio helénico entre tribus indoeuropeas que hablaban distintas variantes de la futura lengua griega -aqueos, jonios, dorios, eolios, pelasgos, arcadios-, que introdujeron la Edad del Hierro en medio de una total ausencia de fuentes escritas y una drástica ruptura cultural frente a la civilización micénica, cuyo fin sigue siendo objeto de debate) y se conformaron los rasgos de la civilización griega, que quedará plenamente cristalizada en la posterior Época Clásica. Entre los siglos VIII y VI antes de Cristo se desarrollaron las polis (polis -πολις-) o ciudades estado griegas , que incluso se expandieron por todo el Mediterráneo mediante la colonización. A pesar de su gran fragmentación política, los griegos fueron construyendo una identidad común frente a otros pueblos de la Antigüedad, de la que adquirieron una conciencia vigorosa, evidenciada en sus manifestaciones culturales y artísticas y en una peculiar cosmovisión que se ha interpretado como tensión entre lo apolíneo y lo dionisíaco. Convencionalmente el inicio de la época arcaica se establece en la primera Olimpiada (Ὀλυμπιάδ, cómputo del tiempo en periodos de cuatro años que comienza con la celebración los primeros Juegos Olímpicos, 776 a. C.); mientras que el final lo marca la Revuelta de Jonia (499 a. C.), cuando los griegos de la costa de Asia Menor pidieron la ayuda de las ciudades de Grecia continental para frenar la expansión del Imperio persa, lo que desembocó en las Guerras Médicas (492-490 y 480-479 a. C.) Antes de la Época Arcaica los griegos habitaban en pequeñas comunidades agropecuarias aisladas por lo accidentado de su medio físico: cuajado de valles en el interior, y con un litoral recortado, atestado de cabos, golfos e islas. A pesar de la pobreza del suelo y de la aridez, se dieron crecimientos demográficos y progresos socioeconómicos que impulsaron a las pequeñas aldeas originarias a unirse en entidades de mayor tamaño. Este proceso, llamado synoikismos (συνοικισμóς -"cohabitación", "compartir el oikos", la "casa"-), dio lugar al nacimiento de las polis. Al mismo tiempo, se establecían lugares de culto religoso, compartidos por comunidades mucho más alejadas entre sí, mediante anfictionía (αμφικτιονία -"construir juntos"-); lo que fue conformando prácticas políticas para todo tipo de relaciones, pacíficas y hostiles, como la simmachia (συμμαχια -"luchar juntos"-), la koinón (κοινόν -"común"-, traducido habitualmente como "liga"), la hegemonía (ἡγεμονία), el equilibrio de potencias, la política de bloques, etc. Paralelamente, la presión demográfica y la prosperidad económica mal repartida provocaron una conflictividad social que tuvo, básicamente, dos válvulas de escape: la colonización del Mediterráneo y las reformas socio-políticas internas protagonizadas por legisladores y tiranos.
Tras siglos de olvido de la escritura lineal micénica, los griegos volvieron a ser un pueblo histórico al adoptar el alfabeto fenicio y adaptarlo a su idioma con el alfabeto griego, cuyos primeros testimonios aparecen hacia el 740 a. C. (Copa de Néstor, Inscripción del Dipylon). A partir de poesía oral que tiene sus raíces en siglos anteriores, en esta época se compusieron por escrito las principales creaciones de la literatura griega: los dos poemas homéricos, la Ilíada y la Odisea (cuya autoría y ubicación temporal fueron objeto de debate desde la Antigüedad, y aún lo siguen siendo), que fijaron los mitos ancestrales de los héroes de la Edad del Bronce, en textos que no se terminaron de canonizar hasta el siglo VI a. C. (probablemente por iniciativa de Pisístrato) y cuya difusión fue crucial para la conformación de la civilización griega en su conjunto, y para la pervivencia de ésta en la civilización occidental.

-Etapa Clásica: Periodo cronológico de la historia de Grecia comprendido entre el inicio del siglo V a. C. y el inicio de la hegemonía de Macedonia (338 a. C.).
Se trata de una época histórica en la que el poder de las polis griegas y las manifestaciones culturales que se desarrollaron en ellas alcanzaron su apogeo.
El siglo V a. C. empezó con la sublevación de numerosas ciudades jónicas, encabezada por Mileto y apoyada por algunas ciudades de Grecia continental contra el dominio del Imperio Persa. Persia derrotó a los griegos de Asia Menor y envió una expedición contra los griegos continentales encabezada por Mardonio que acabó naufragando y otra posterior dirigida por Datis y Artafernes que fue derrotada por los griegos en la batalla de Maratón en 490 a. C. Posteriormente, Jerjes comandó otra expedición de Persia que llegó a saquear Atenas, pero en 480 a. C. fue derrotada en la batalla de Salamina y en 479 a. C. en la batalla de Platea. Tras estas derrotas, los persas se retiraron definitivamente de Grecia. En los 50 años siguientes, conocidos como la Pentecontecia, Atenas, dirigida por gobernantes como Temístocles, Cimón y Pericles, se engrandeció y formó la Liga de Delos, a la que se unió la mayoría de las islas del Egeo. Algunas ciudades de Asia menor y de la península Calcídica también formaban parte de esta alianza (Guerras Médicas). Anteriormente, en el 550 a. C., se había fundado una liga similar entre las ciudades del Peloponeso (liga del Peloponeso), dirigida y dominada por Esparta. Aprovechando el descontento general de las ciudades griegas, la Liga del Peloponeso empezó a enfrentarse a Atenas. En el año 431 a. C. se desató una serie de guerras cruentas como no las había tenido Grecia en siglos pasados. El casus belli fue que la isla de Corcira (Corfú) tenía una disputa con Corinto, ciudad aliada de Esparta, y Atenas ofreció ayuda a dicha isla. Así comenzó la guerra del Peloponeso que duró 27 años. Las ciudades griegas entraron en el conflicto aunque el peso de la guerra recayó sobre las dos ciudades rivales: Atenas y Esparta. Atenas mostró su superioridad por mar, mientras que Esparta demostró que por tierra era casi invencible. Los espartanos invadieron el Ática, territorio que pertenecía a Atenas. Pericles tuvo que proteger a su gente detrás de los Muros Largos, un recinto amurallado entre la ciudad y el puerto de El Pireo. Allí, hacinados y con malas condiciones higiénicas se desencadenó una epidemia de peste, a causa de la cual murieron miles de personas, entre ellas el propio Pericles año 429 a. C. La liga del Peloponeso derrotó definitivamente a Atenas y a sus aliados en el año 404 a. C. y se produjo un periodo de hegemonía de Esparta. Tebas luchó contra la hegemonía de Esparta, primero en solitario y más tarde apoyada por Atenas y tras derrotar a Esparta en la batalla de Leuctra en 371 a. C., Tebas logró la hegemonía.
En el 338 a. C., el rey de Macedonia Filipo II venció a los griegos y los sometió a su supremacía (Guerra del Peloponeso).

-Etapa Helenística: Etapa histórica de la Antigüedad, cuyos límites cronológicos vienen marcados por dos importantes acontecimientos políticos: la muerte de Alejandro Magno (323 a. C.) y el suicidio de la última soberana helenística, Cleopatra VII de Egipto, y su amante Marco Antonio, tras su derrota en la batalla de Accio (30 a. C.). Es la herencia de la cultura helénica de la Grecia clásica que recibe el mundo griego a través de la hegemonía y supremacía de Macedonia, primero con la persona de Alejandro Magno, y después de su muerte con los diádocos (διάδοχοι) o sucesores, los reyes de las tres grandes dinastías: Ptolemaica, Seléucida y Antigónida. Estos soberanos supieron conservar y alentar el espíritu griego tanto en las artes como en las ciencias. Entre la gente culta y de la aristocracia «lo griego» era lo importante y en este concepto educaban a sus hijos. El resto de la población de estos reinos tan dispares (Egipto, Siria, Macedonia) no participaba del helenismo y continuaba con sus costumbres, su lengua y sus religiones. Las ciudades-estado griegas (Atenas, Esparta, Tebas…) habían llegado al declive y habían sido sustituidas en importancia por las ciudades modernas de Alejandría, Pérgamo y Antioquía, cuyo urbanismo y construcción no tenían nada que ver con las anteriores. En todas ellas se hablaba la lengua griega, llamada koinè (κoινης), que es un adverbio griego que significa «común», «comúnmente». Vale decir, la lengua común o panhelénica, principal vehículo de cultura. Suele ser considerado como un período de transición entre el declive de la época clásica griega y el ascenso del poder romano. Sin embargo, el esplendor de ciudades como Alejandría, Antioquía o Pérgamo, la importancia de los cambios económicos, el mestizaje cultural y el papel dominante del idioma griego y su difusión, son factores que modificaron profundamente el Oriente Medio antiguo en esta etapa. Esta herencia cultural será asimilada por el mundo romano, surgiendo así con la fusión de estas dos culturas lo que se conoce como cultura clásica, fundamento de la civilización occidental. El término helenístico fue utilizado por primera vez por el historiador alemán Johann Gustav Droysen en Geschichte des Hellenismus (1836 y 1843), a partir de un criterio lingüístico y cultural, es decir, la difusión de la cultura propia de las regiones en las que se hablaba el griego (ἑλληνίζειν – hellênizein), o directamente relacionadas con la Hélade, a través del propio idioma, un fenómeno alentado por las clases gobernantes de origen heleno de aquellos territorios que nunca tuvieron relación directa con Grecia, como pudo ser el caso de Egipto, Bactriana o los territorios del Imperio seléucida. Este proceso de helenización de los pueblos orientales, y la fusión o asimilación de rasgos culturales orientales y griegos, tuvo continuidad, como se ha mencionado, bajo el Imperio romano. Los trabajos arqueológicos e históricos recientes conducen a la revalorización de este período y, en particular, a dos aspectos característicos de la época: la importancia de los grandes reinos dirigidos por las dinastías de origen griego o macedónico (Lágidas, Seléucidas, Antigónidas, Atálidas, etc.), unida al cometido determinante de decenas de ciudades cuya importancia fue mayor de la idea comúnmente aceptada durante mucho tiempo.

II-.CULTURA GRIEGA:

-Filosofía: La sociedad griega presentaba características peculiares. Una estructura política basada en la polis, una religión politeísta carente de jerarquía y ortodoxia, una clase social emprendedora, dedicada al comercio y al ocio y con amplios contactos con otras culturas del Mediterráneo, así como una desarrollada curiosidad. La unión de estos elementos, junto a un supuesto genio griego propició la aparición de nuevas explicaciones sobre la naturaleza y el ser humano, hasta entonces solamente aclaradas por los mitos y las tradiciones. La expansión de la cultura griega durante el helenismo, su absorción por el Imperio romano, la posterior relación con el cristianismo y su definitiva recuperación en el siglo XIII gracias a traductores como Averroes, así como el interés que durante el Renacimiento se profesó a este conjunto de pensadores, contribuyeron a que la Filosofía griega se continuara estudiando, y a que se convirtiera en uno de los pilares de la cultura occidental. Periodo de la historia de la filosofía comprendido aproximadamente,entre el surgimiento de la filosofía occidental en el periodo presocrático (siglo VI a. C.) y la filosofía helenística, que finalizaría, según la fecha convencionalmente aceptada, en el año 30 a. C.. En ocasiones se denomina filosofía clásica o filosofía antigua, si bien ese período podría incluir también el pensamiento romano.

-Religión: Creencias y rituales practicados en Antigua Grecia en la forma de prácticas cultuales, homólogas de la mitología griega. En el mundo griego, la práctica religiosa variaba lo suficiente como para poder hablar de religiones griegas. Las prácticas cultuales de los helenos se extendían más allá de la Grecia continental, a las islas y las costas de Jonia (en Asia Menor), a la Magna Grecia (Sicilia e Italia del sur), y a las colonias griegas dispersas por el Mediterráneo occidental, como Massilia. Ejemplos griegos moderados son el culto y las creencias etruscas y la religión romana. Hay una creencia entre los eruditos de que la primera religión griega provino de, o estuvo muy influenciada por el chamanismo de las estepas de Asia Central hasta la colonia griega de Olbia (en Escitia), en la orilla norte del Mar Negro, y de allí a Grecia.

 III-.El ARTE GRIEGO:

-La Arquitectura

-El Templo: El templo griego (en griego antiguo ὁ ναός ho naós, «vivienda»; diferente semánticamente al latín templum,-i, «templo») eran estructuras construidas para albergar la imagen de culto en algunos santuarios griegos en el paganismo griego. Los templos en si no solía servir como lugar de culto, ya que la veneración del dios, así como los sacrificios a él dedicados, se realizaban fuera de ellos. Los templos con frecuencia se usaban para almacenar ofrendas votivas. Era el tipo de construcción más importante y más extendido de la arquitectura griega. En los reinos helenísticos del sudoeste de Asia y del norte de África, los edificios erigidos para cumplir las funciones de un templo a menudo siguieron las normas arquitectónicas locales. Incluso allí donde sea visible una influencia griega, semejantes estructuras no son consideradas normalmente como templos griegos. Esto se aplica, por ejemplo, a los edificios griego-partos, los templos bactrianos o los edificios de tradición egipcia del Imperio Ptolemaico. El templo puede ser considerado la más lograda realización de la arquitectura griega. La codificación que, en la edad arcaica, fue desarrollada por la arquitectura de templos se convertirá, con el Helenismo, el lenguaje universal del mundo mediterráneo. Los templos griegos se situaban en la zona sagrada de las ciudades-estados, junto a los santuarios. Se localizaban en un lugar diferente al teatro y a la zona civil, donde se encontraba el ágora. En este recinto sagrado o témenos se rendía culto a los dioses, las ceremonias y los peregrinajes. También podía albergar construcciones de uso práctico, como los «tesoros» (thesàuroi), que guardaban los regalos votivos – preciosos o incluso de terracota – ofrecidos por la ciudad o por simples ciudadanos, salas para los banquetes (hestiatòria) y pórticos (stoai). La entrada a la zona sagrada podía estar protegida por los propileos.
El auténtico edificio era para los griegos la casa del dios (oikos), ubicada en la cella (naos). Es conocido ahora como «nave». Esta albergaba la estatua de la divinidad, y el sacerdote era el único que tenía acceso. El culto se desarrollaba sobre un altar alzado frente al templo, pero siempre dentro del témenos.
La mayor parte de los templos griegos estaban orientados astronómicamente. El templo griego se orienta siempre este-oeste, con la entrada hacia el este. En esta peculiaridad se diferencia claramente de los templos romanos que, en lugar de ello, suelen orientarse norte-sur, puestos en lo alto de un podio al que se accede mediante una amplia escalinata al sur.
El crepidoma o krepis es la plataforma del templo, en ella el estilóbato es una base sobre el cual descansan los templos griegos, a partir de él se elevan las columnas y a su vez descansa en los estereóbatos, que son los escalones que dan altura al templo (cuyo número cambia dependiendo del orden del templo). El templo griego se diferencia de los posteriores templos romanos en que el griego no se eleva respecto al nivel del suelo sobre un alto podio, contando sólo con escalinatas en cada extremo (los estereóbatos).
Aunque los griegos conocían el arco utilizaban una arquitectura arquitrabada o adintelada con cubierta a dos aguas, por lo que en los lados menores de las fachadas formaban un triángulo llamado frontón. El espacio interior del frontón se llama tímpano y solía decorarse con esculturas.
En los templos griegos podían existir paredes en ocasiones, tales paredes podían estar formadas por pilastras o ser separaciones solo inducidas por la presencia de columnas. La disposición de las columnas determina la clasificación de los tipos de planta del templo griego, que ha sido transmitida por Vitruvio (De architectura, 3,2):

  • templo in antis: sobre la fachada se presentan dos columnas entre dos tramos de muro (ante) que prolongan por delante las paredes laterales de la cella o naos;
  • anfitemplo «in antia» (o doblemente in antis; o en doble antis): es un templum in antis con el opistodomo en la parte diametralmente opuesta respecto al pronaos;
  • templo próstilo: el frente de la cella presenta enfrente una columnata (prostòon);
  • templo anfipróstilo: con columnata delante y atrás de la cella.
  • templo díptero: el pórtico cuadrangular (peristilo) presenta, también en los lados largos, una doble fila de columnas.
  • templo pseudodíptero: el peristilo presenta una sola fila de columnas, pero puesta a doble distancia respecto a los muros de la cella, es decir cuando el templo está rodeado por una columnata de amplitud de dos intercolumnios.
  • templo períptero: la columnata (ptèron) rodea los cuatro lados de la cella creando un pórtico cuadrangular (peristilo).
  • templo pseudoperíptero: con columnas adosadas en los lados como semicolumnas o pilastras en los muros externos de la cella que podía de este modo ser realizada con mayor amplitud; tuvo una notable difusión en la época helenística y luego en la romana; esta última tipología fue citada por Vitruvio (De architectura, 4,8,6) entre las que consideraba anómalas. Vitruvio por otro lado no menciona la tipología del templo privado totalmente de columnata externa (oikos), que en su época estaba ya desapareciendo. Al templo sin columnas que lo rodeasen se le llama astilo.
  • templo monóptero: cuando el templete tiene una forma circular y carece de cella.
  • templo a tholos (o monóptero-períptero): cuando el templete circular está provisto de cella.
También se cita el templo hípetro (hypaethros), en el cual, por las dimensiones colosales que hacían imposible realizar la cubierta, la cella (o su nave central) resultaba descubierta, carente de techo.
El espacio frente a la entrada a la cella toma el nombre de pronaos o prodromos, y normalmente estaba delimitado por columnas. El opistodomo era el espacio opuesto al pronaos en la parte trasera de la cella y podía o no tener comunicación con la naos. Cuando había otro espacio en la parte trasera de la cella (característica sobre todo de los templos dóricos en Sicilia), se habla entonces de adyton.
El templo griego difiere de su equivalente romano en que la columnata forma con mayor frecuencia un peristilo alrededor de toda la estructura y no un mero porche en el frente. Según el número de las columnas presentes en la fachada del templo, este es definido como:
  • áptero: sin columnas.
  • dístilo: con dos columnas en el frente.
  • tetrástilo: con cuatro columnas en el frente.
  • hexástilo: con seis columnas; la mayoría de los templos griegos clásicos eran hexástilos.
  • octástilo: con ocho columnas; un ejemplo es el Partenón.
  • decástilo: con diez columnas.
  • dodecástilo: con doce columnas.
Raro es el caso de un número de columnas impar que es un signo de arcaicidad como en el templo «enástilo» de Hera en Paestum o el «pentástilo» templo de Apolo en Termón, del siglo VII a. C. El número de las columnas laterales es proporcionado al de las columnas de la fachada, y puede ser igual al doble, el doble + 1, o el doble + 2: por ejemplo un templo hexástilo podía tener doce, o más frecuentemente trece o catorce columnas en los lados largos; raramente quince o dieciséis. Las columnatas se edificaban utilizando el sistema trilítico, esto es, «a tres piedras»: dos sostenes verticales y un elemento horizontal, que cubre el espacio entre las dos. A partir de esto se elaboran los diversos órdenes arquitectónicos, caracterizados por precisas relaciones de proporción entre los diversos elementos que lo componen. La columna, formada por capitel, fuste y eventualmente basa, tiene en lo alto un entablamento, compuesto por arquitrabe, friso y cornisa. Sobre los lados cortos, fachada anterior y posterior, el techo a dos aguas determina la presencia de un frontón, sobre el cual a su vez se apoyan – en los ángulos y en el vértice – esculturas decorativas generalmente en terracota pintada, las acroteras. El templo griego se diseñaba y construía siguiendo normas firmes, cuyos puntos de referencia clave eran el diámetro inferior de las columnas o las medidas de los cimientos. El módulo era el diámetro del fuste de la columna en su base. A partir de esta unidad de medida se determinaba el tamaño de las columnas. El templo griego se diseñaba y construía siguiendo normas firmes, cuyos puntos de referencia clave eran el diámetro inferior de las columnas o las medidas de los cimientos. El módulo era el diámetro del fuste de la columna en su base. A partir de esta unidad de medida se determinaba el tamaño de las columnas. En cuanto a los materiales usados, se usó al principio el «poros», que podía ser un conglomerado o piedra arenisca. Ejemplo del uso de poros es el templo de Zeus en Olimpia, actualmente en ruinas. Luego se usó caliza dura. El mármol no se usó hasta mediados del siglo V a. C., pues ofrecía dificultades para trabajarlo.Mármol se empleó en el Partenón y en el templo de Apolo en Delfos.
Los refinamientos estéticos se separaban de la rigidez casi matemática de los principios de diseño. Contrariamente a lo que sigue creyéndose popularmente, los templos griegos estaban pintados con colores vivos (en rojo, azul y blanco). La policromía hacía resaltar el templo sobre el paisaje. La decoración de figuras era extremadamente rica, con relieves y estatuas en las metopas situadas alternandose con los triglifos en el friso justo abajo del frontón.

-El Teatro: Es una cultura teatral que floreció en la Antigua Grecia entre 550 a.C y 220 a.C. Al parecer el teatro griego se originó en un espacio Circular al aire libre (orchestra), en el que se ejecutaban unas danzas. Un lugar de tierra lisa y compacta dispuesto para la representación de cantos corales, una de cuyas variedades, el llamado ditirambo, fue de acuerdo con la tradición, el progenitor de la tragedia ática. Todos los grandes teatros se construyeron a cielo abierto.

-El Estadio: Un estadio es una infraestructura urbana que sirve para albergar deportes, conciertos u otras actividades. Es usado para varios tipos de deportes al aire libre que son populares a nivel mundial como el fútbol, el rugby, el béisbol, etc. Los estadios pueden influir de manera muy importante en la economía de un país albergando toda clase de eventos deportivos dependiendo de la capacidad que presentan. Consiste en un campo de grandes dimensiones rodeado por una estructura diseñada para que los espectadores puedan estar de pie o sentados viendo el acontecimiento. Desde tiempos remotos siempre han formado parte de la vida cotidiana de las personas. El estadio conocido más antiguo del mundo se encuentra en Olimpia, en el Peloponeso occidental, Grecia, donde los Juegos Olímpicos Antiguos tuvieron lugar por primera vez en 776 a. C. Inicialmente fue construido para un solo evento que eran las pruebas atléticas. Presentaba más o menos una distancia de aproximadamente 190 metros o 210 yardas. Roma y Grecia fueron las principales civilizaciones de Occidente que tuvieron noción y conocimiento sobre los estadios. Aunque originariamente y de forma estricta, un estadio debía tener pista de atletismo y ser capaz de albergar competiciones de ese deporte, en la época contemporánea, el término estadio ha pasado a aplicarse también cualquier gran infraestructura deportiva con graderías y campo central, incluso cubiertas.

-El Hipódromo: El hipódromo (del griego ιππος hippos "caballo", y δρομος dromos "carrera") es un recinto cerrado apto para disputar carreras de caballos. El interior tiene gradas en el perímetro, y el centro está formado de tierra o hierba. En el centro se dispone un óvalo bordeando las gradas que forma la pista. En la pista se disputan carreras de caballos. Las pistas pueden ser de tierra (arena) o de hierba (cesped) . En las de tierra se disputan carreras de galope o de trotón mientras que las de hierba son para carreras de galope, con o sin saltos. En el recinto, la gente que entra a ver las carreras tiene la posibilidad de hacer apuestas. Otro significado de hipodromo: Así se le llama a las cintas por donde circulan las maletas en los aeropuertos.

-El Ágora: Ágora (del griego ἀγορά, asamblea, de ἀγείρω, reunir) es un término por el que se designaba en la Antigua Grecia a la plaza pública de las ciudades-estado griegas (polis). Era un espacio abierto, centro del comercio (mercado), de la cultura y la política de la vida social de los griegos. Estaba normalmente rodeada por los edificios privados y públicos más importantes, como las stoas (pórticos columnados), pritaneos (oficinas administrativas), Bouleterión (edificio para las reuniones de la boulé) y balaneia (baños).

IV.-DIAPOSITIVAS:

-Arquitectura:

El Partenón: El Partenón (literalmente «la residencia de las jóvenes», es decir, aquí «la residencia de Atenea Partenos»). El Partenón es uno de los principales templos dóricos que se conservan, construido entre los años 447 y 432 a. C., sus dimensiones aproximadas son: 69,5 metros de largo, por 30,9 de ancho; las columnas tienen 10,4 metros de altura. Está dedicado a la diosa griega Atenea, a la que los atenienses consideraban su protectora.Forma parte de la Acrópolis de Atenas. El Partenón sustituyó a un templo anterior en el mismo emplazamiento, conocido como el Pre-Partenón o Hecatompedón, construido antes de las Guerras Médicas, y destruido por los persas. La construcción del monumento, realizada, casi exclusivamente en mármol blanco del monte Pentélico, fue iniciada por Pericles como agradecimiento a los dioses por su victoria contra los persas y se desarrolló entre los años 447 y 432 a. C. Los arquitectos encargados de la obra fueron Ictino y Calícrates y estuvieron, en la mayoría de los casos, bajo las órdenes del arquitecto y gran escultor ateniense Fidias, autor de la decoración escultórica y de la gran estatua criselefantina de Atenea Partenos que estaba situada como pieza central del templo (medía doce metros de altura y para su elaboración se necesitaron 1.200 kilogramos de oro).El Partenón conservó su carácter religioso en los siglos siguientes y fue convertido sucesivamente en una iglesia bizantina, una iglesia latina y una mezquita musulmana. Pero en 1687, los turcos lo utilizaron como depósito de pólvora durante el sitio veneciano, bajo el mando del almirante Francesco Morosini. Una de las bombas venecianas cayó en el Partenón y causó una enorme explosión que destruyó gran parte de la edificación preservada en buenas condiciones hasta ese entonces. Sin embargo el proceso de erosión no terminó ahí sino que siguió a principios del siglo XIX, cuando el embajador británico en Constantinopla, Elgin con la corte real, decidió quitar la mayor parte de la decoración escultórica del monumento (frisos, métopas, frontones) y trasladarla a Inglaterra para venderla al Museo Británico, en donde todavía se exhibe, siendo una de las colecciones más significativas del museo en la actualidad. La fachada occidental del Partenón está conservada relativamente intacta.

El Erecteión: Situado en la Acrópolis de Atenas, el Erecteión es un templo griego erigido en el lado norte de la Acrópolis de Atenas en honor a Atenea Polias, Poseidón y Erecteo, rey mítico de la ciudad. De orden jónico, áptero, atribuido al arquitecto Filocles es uno de los más bellos monumentos arquitectónicos griegos. Está hecho de mármol pentélico. Su construcción se inició en 421 a. C. y se concluyó en 406 a. C. Su nombre, que significa «el que sacude la Tierra», designa el sobrenombre ático
de Poseidón. Reemplaza al templo arcaico de Atenea Polias que se encontraba entre el Partenón y el emplazamiento actual y que fue destruido por los persas en 480 a. C. durante las Guerras Médicas. De planta irregular, por el declive del terreno, consta de tres pórticos. Uno de ellos, la cara sur, es la famosa tribuna de las Cariátides, que indicaba la tumba del mítico rey Cécrope. Consta de seis columnas con figura de mujer de 2,3 metros de altura, que sostienen el entablamento. Las que se encuentran in situ son copias; 5 de ellas se encuentran en el Museo de la Acrópolis, y una en el Museo Británico de Londres. Contaba con decoración policromada. Está situado en el emplazamiento de la Acrópolis primitiva y agrupaba algunas de las reliquias más antiguas y más sagradas de los atenienses; es en este lugar donde tuvo lugar la disputa entre Atenea y Poseidón, donde se puede ver la marca de su tridente sobre una roca. Se halla allí también el Paladio, una estatua de Atenea, consagrada por Cécrope, el rey mítico del Ática, y donde se cree que ella había caído del cielo; las tumbas de Cécrope y de Erecteo; une capilla dedicada a Pándroso, la hija de Cécrope; un pozo de agua salada y el olivo sagrado, que Atenea dio a la población tras su disputa con Poseidón.


 El Templo de Atenea Niké: El templo niké, o Atenea Victoriosa (Αθηνάς Νίκης), conmemora la victoria sobre los persas en la Batalla de Salamina (448 a. C.). La idea de su construcción en la Acrópolis de Atenas, surgió en el 449 a. C., tras la paz con los persas. Sin embargo, Pericles se opuso a la construcción del mismo y no se comenzaron las obras hasta el 421 a. C., comenzada ya la Guerra del Peloponeso (431-404 a. C.). El proyecto se encargó a Calícrates (Καλλικράτης), arquitecto que también colaboró en la construcción del Partenón, junto con Ictino, quien diseñó un templo de orden jónico que tuvo que adaptarse al pequeño espacio que se le asignó: un bastión (torreón) de los Propileos, que domina la subida a la Acrópolis. En su interior hubo un xoanon, imagen de Atenea personificada como Niké, o diosa alada, símbolo de las victorias navales, a la que se cortaron las alas (áptera significa sin alas) para que nunca pudiese abandonar la ciudad. Pero el templo no estaba destinado a grandes reuniones, para eso tenía enfrente un altar que permitía celebrar ceremonias al aire libre. El templo en su estado actual ha sido fielmente restaurado, pero ha perdido parte del entablamento, la cubierta y los frontones.
  • El alzado del templo (de 8 metros de altura): sobre la plataforma escalonada o crepidoma, se asientan los muros y las columnas jónicas de mármol compuestas de basa, fuste monolítico con acanaladuras de ángulos matados y capitel con volutas. El entablamento consta de un arquitrabe de tres bandas, un friso corrido que tuvo una decoración mitológica alusiva a las Guerras Médicas y una cornisa, sobre ella los frontones dedicados a Atenea.
 La planta, de muy pequeñas dimensiones, es propia de un templo anfipróstilo-tetrástilo, en el que tanto el vestíbulo delantero (pronao) como el trasero (opistodomos) se convierten en pequeños pórticos. La cella o «sala de la diosa», es cuadrada (4 x 4 metros). Es, por tanto, un templo muy pequeño, de dimensiones humanas; muy armonioso en sus proporciones. Todas las medidas están matemáticamente estudiadas para dar esa sensación de esbeltez, a pesar de su escaso tamaño.






El friso del templo, que representa a Atenea, Zeus y Poseidón ayudando a los atenienses, es sin duda un intento de elevar la moral de la ciudad, que en aquellos años estaba sumida en otra contienda que acabaría perdiendo, la Guerra del Peloponeso. Asimismo, el parapeto del bastión sobre el que se alza el edificio fue decorado con relieves (entre ellos el de Atenea atándose la sandalia) intentando expresar la determinación por la victoria que nunca llegó. Este paramento, obra de la escuela de Fidias muestra sus principales características, como los paños mojados (ya esculpidos al trépano) o figuras divinas (como la propia Atenea) en acciones «cotidianas» como atarse una sandalia, que demuestran el alejamiento del idealismo del primer clasicismo.

Cariátides: Una cariátide (griego antiguo Καρυάτις, plural: Καρυάτιδες) es una figura femenina esculpida, con función de columna o pilastra, con un entablamento que descansa sobre su cabeza. El más típico de los ejemplos es la Tribuna de las Cariátides en el Erecteión, uno de los templos de la Acrópolis ateniense en Atenas. Su nombre, que quiere decir habitantes de la ciudad de Caria (Καρυές), en Laconia, viene, según se decía, de que siendo esta ciudad aliada de los persas durante las Guerras Médicas, sus habitantes fueron exterminados por los otros griegos y sus mujeres fueron convertidas en esclavas, y condenadas a llevar las más pesadas cargas. Se las esculpe a ellas, en lugar de columnas típicamente griegas, para que estén condenadas durante toda la eternidad a aguantar el peso del templo.

-Escultura:

Auriga de Delfos: es la denominación historiográfica de una obra maestra de la escultura griega del denominado estilo severo (transición entre la escultura arcaica y la clásica). Se realizó, en bronce, en el año 474 a. C., para conmemorar la victoria del tirano Polyzalos de Gela en la carrera de cuádrigas de los Juegos Píticos (los que se celebraban en honor de Apolo en el santuario de Delfos). La figura formaba parte de un grupo más amplio, del que sólo quedan fragmentos de cuatro o seis caballos y un pequeño esclavo que se situaría ante ellos. Todo ello fue hallado en 1896 durante unas excavaciones en ese mismo lugar arqueológico. En la actualidad se expone en el Museo Arqueológico de Delfos.

Discóbolo: es una escultura realizada por Mirón de Eleuteras en torno al 455 a. C., que representa a un Atleta justo en el instante anterior a lanzar un disco. Hay quien interpreta que la figura representa al héroe «Hyakinthos» (Jacinto); amado por Apolo, el cual le habría matado de forma involuntaria con un disco. Después, con su propia sangre habría creado la flor del mismo nombre. De este asunto existe un gran cuadro, pintado por Giambattista Tiepolo, en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid. Mirón representa el cuerpo en el momento de su máxima tensión y esplendor; ese esfuerzo no se refleja sin embargo en el rostro de la estatua , que muestra solo una tenue concentración. La torsión del cuerpo, es vigorosa, pero al mismo tiempo armoniosa y delicada. Todo el cuerpo está echado hacia delante, para producir con el balanceo posterior el impulso necesario para poder lanzar el disco. Como casi todas las esculturas griegas, actualmente no subsiste el ejemplar original, seguramente realizado en bronce, y la obra se conoce por múltiples copias en mármol talladas en época romana. De entre estas copias que han sobrevivido una de las más famosas es la primera en ser descubierta en la época moderna, en la Villa Palombara propiedad de la familia Massimo, en 1781. Esta copia es conocida como Lancelotti. Actualmente se encuentra en el Museo Nazionale Romano de Roma. Otra copia notable fue descubierta en 1790, y procede de la Villa Adriana de Tívoli. Esta escultura es propiedad del Museo británico desde 1805, en donde se encuentra a la vista del público. Como detalle singular, tiene la cabeza dispuesta mirando al frente, debido a una restauración equivocada. Entre abril y octubre de 2009 este ejemplar estuvo expuesto como préstamo en el Museo Arqueológico de Alicante MARQ.

Diadumeno: es una estatua diseñada por Policleto en el siglo V a. C. La estatua original fue realizada en metal, seguramente en bronce, pero en la actualidad sólo se conservan copias de piedra caliza y mármol. Representa a un atleta griego ciñendo en su cabeza la cinta de la victoria, de donde procede el nombre διαδούμενος / diadoumenos, «el que ciñe y desciñe», que deriva del término griego διαδέω / diadeo, «ceñidor o bien ceñido». Aún está desnudo después de la competición y eleva los brazos para atarse la diadema, una banda en forma de cinta que identifica al ganador y que en la obra original de alrededor del año 420 a. C. estaría representada por una cinta labrada. La figura está en pie, en contrapposto con su peso sobre la pierna derecha. El ejemplar de la estatua conservado en el Museo Arqueológico Nacional de Atenas tiene su rodilla fracturada. Muestra poros por los que más de una vez se filtró agua, que fracturó la piedra caliza, lo que requirió varias reconstrucciones. Tiene su cabeza inclinada ligeramente a la derecha, contenida, como aparentemente perdido en la vida divina. El Diadumeno, junto al Doríforo son las esculturas más famosas de Policleto, formando tres modelos básicos para la escultura de Grecia Antigua que representan las tres a jóvenes idealizados de una manera convincentemente naturalística. La estatua ilustra los principios enunciados por Policleto en su Canon: la altura total equivalía a siete veces la altura de la cabeza, que es la longitud del pie apoyado. El Diadumeno es una obra emblemática del clasicismo genuino; la escultura combina equilibrio y dinamismo, gracias a una hábil conjunción de la torsión de la espalda y las caderas. Sigue también el principio de la diartrosis donde se acentúan las líneas divisorias entre brazos y piernas, el borde inferior de los pectorales, cintura e ingles.
 
Venus de Milo: La Afrodita de Milos (griego: "Αφροδίτη της Μήλου"), más conocida como Venus de Milo, es una de las estatuas más representativas del periodo helenístico de la escultura griega, y una de las más famosas esculturas de la antigua Grecia. Fue creada en algún momento entre los años 130 y 100 a. C., y se cree que representa a Afrodita (denominada Venus en la mitología romana), diosa del amor y la belleza; mide, aproximadamente, 211 cm de alto.Esta estatua fue encontrada en Milo —Islas Cícladas—  desenterrada por un campesino y vendida a Francia entre 1819 y 1820. El precio que el campesino pedía por la escultura era demasiado alto, y Dumont d'Urville —viajero que realizó una parada en este lugar—, no llevaba el dinero suficiente como para comprarlo, por lo que recurrió a un embajador francés en Constantinopla, quien accedió a comprarla. Sin embargo, anteriormente el campesino había acordado venderla a los turcos, lo que inició un conflicto por la posesión de la estatua. La escultura fue hecha en mármol blanco, en varios bloques cuyas uniones no son visibles, en un tamaño ligeramente superior al natural; se desconoce su autor, pero se cree que pudiera ser obra de Alejandro de Antioquía. Esta escultura posee un estilo característico del final de la época helenística, que retoma el interés por los temas clásicos al tiempo que los renueva. El aspecto clasicista de sus formas hacen suponer que su autor, desconocido pese que en su base aparecía la firma de un escultor, se inspiró en la estatua del siglo IV a. C. de Lisipo, la Afrodita de Capua.

Niño de la Espina: es una estatua de bronce helenística, datada alrededor del siglo I, que se exhibe en los Museos Capitolinos de Roma. Representa a un muchacho sentado mientras se quita una espina de la planta del pie izquierdo.
Existen varias versiones posteriores del mismo tema: una estatua de mármol romana que forma parte de la colección Uffizi de Florencia, que fue copiada por Brunelleschi para incluir la figura en su célebre Sacrificio de Isacco para el concurso de la puerta norte del baptistero de Florencia de 1401; otra copia de mármol que se encuentra en el Louvre, y otra de bronce en el museo Pushkin de Moscú. La estatua está documentada en Roma desde el siglo XII y fue donada a la ciudad por Sixto IV en 1471, permaneciendo en el palacio de Letrán. A lo largo del Renacimiento fue una de las estatuas antiguas más admiradas y copiadas. En esa época probablemente nació la leyenda del pastorcillo romano Cneo Marcio, encargado de entregar un importante mensaje para el Senado que corrió un largo trayecto ignorando la espina de su pie hasta que no cumplió su misión. En 1798, Napoleón se apoderó de la estatua y la envió a su museo en París (actualmente el museo del Louvre), donde permaneció hasta 1815. En la actualidad se cree que el niño de la espina capitolino se creó a partir de dos estatuas que se ensamblaron en el siglo I, un cuerpo helenístico y una cabeza posterior, ya que el pelo en lugar de caer sobre el cuello permanece en la posición que correspondería a una estatua que estuviera de pie. Las demás estatuas se creen derivadas de esta primera.

Victoria alada de Samotracia: también conocida como Victoria de Samotracia y Niké de Samotracia, es una escultura exenta de bulto redondo perteneciente a la escuela rodia del periodo helenístico. Se encuentra en el Museo del Louvre, París. En griego la estatua se denomina Níke tes Samothrákes (Νίκη της Σαμοθράκης). Tiene una altura de 245 cm y se elaboró en mármol hacia el 190 a. C. Procede del santuario de los Cabiros en Samotracia. Algunos expertos la atribuyen con cierta probabilidad a Pithókritos de Rodas. Fue descubierta en 1863 en la isla de Samotracia (Samothraki, en griego) por el cónsul francés Charles Champoiseau, un arqueólogo aficionado. Aunque cuando se descubrió se pensó que fue mandada esculpir por Demetrio Poliorcetes para conmemorar su triunfo naval en Salamina sobre la flota de Ptolomeo Sóter en el año 306 a. C., porque figuraba en las monedas emitidas del 294 al 288 a. C., la datación de la escultura hacia comienzos del siglo II antes de Cristo hace más lógico pensar que en realidad se labró para celebrar las victorias sobre Antíoco III Megas. La figura femenina de la Victoria con alas se posa sobre la proa de un navío, que actúa de pedestal de la figura femenina, cuyo cuerpo presenta una leve y graciosa torsión. Va envuelta en un fino chitón y un manto, ropajes que se adhieren al cuerpo dejando traslucir su anatomía, tratamiento éste que recuerda a la denominada técnica de «paños mojados» atribuida a las obras de Fidias. El manto forma un rollo sobre el muslo derecho para caer luego entre las piernas, dando lugar a una composición muy característica en otras figuras femeninas de la misma época. Las ropas agitadas por el viento configuran el dramatismo, esta vez gozoso, tan característico de la escuela escultórica rodia, una de las más barrocas del helenismo. Marinetti, en el manifiesto futurista publicado en Le Figaro en 1909, utilizó esta obra para condensar su ataque a la estatuaria y, por extensión, al arte tradicional de tipo clasicista, en beneficio de un nuevo arte que rindiese culto a los progresos técnicos de la industrialización, connotados por la velocidad y las máquinas. Así, puede leerse que «un automóvil de carreras es más hermoso que la Victoria de Samotracia». Hay que precisar que una de sus alas, al menos en parte, no es original sino producto de una restauración.

Laocoonte y sus hijos: es un grupo escultórico griego de datación controvertida, aunque suele considerarse una obra original de principios de la era cristiana. La obra es de un tamaño algo mayor al natural, de 2,45 m de altura y está ejecutado en mármol blanco.Se encuentra en el Museo Pío-Clementino perteneciente a los Museos Vaticanos de Roma, y junto al Torso del Belvedere es el único original griego del antiquarium.
Representa la muerte del sacerdote troyano Laocoonte, o Laoconte, castigado por los dioses a morir estrangulado por serpientes marinas junto a sus dos hijos. La obra fue realizada por Agesandro, Polidoro y Atenodoro de Rodas, pertenecientes a la Escuela rodia.

El Galo Muribundo: es una antigua copia romana en mármol de una estatua griega ya desaparecida, probablemente hecha en bronce, que fue encargada entre 230 y 220 a. C. por Átalo I de Pérgamo para conmemorar la victoria sobre los gálatas. La base sobre la que se apoya actualmente fue añadida tras su redescubrimiento. La identidad del escultor se desconoce, pero algunos sugieren que Epígonas (Epígono), el escultor de la corte de la dinastía atálida, pudo haber sido el autor.
La estatua muestra a un celta moribundo con gran realismo, especialmente en la cara, y es posible que estuviera pintado. Representa a un guerrero con cabellera y bigote al estilo galo. La figura está completamente desnuda excepto por un torque al cuello. Aparece representado luchando contra la muerte, negándose a aceptar su destino. La estatua sirve como recordatorio de la derrota celta, mostrando así la superioridad de la gente que los venció, y como memorial a la valentía de tan dignos adversarios. Si no tenemos en cuenta el hecho de la representación desnuda de héroes en el arte helenístico, podría ser una evidencia que corrobore los relatos sobre el estilo de lucha de los galos. Los historiadores cuentan que los gesates luchaban desnudos en las batallas del valle del Po en Italia, durante las guerras cisalpinas. Julio César cuenta en su relato de las guerras en la Galia que los galos iban desnudos al combate, exceptuando sus armas y Diodoro Sículo relata otros sucesos similares: en cualquier caso, la representación de este Galo desnudo pudo ser más una concesión del estatus de héroe, de la misma manera que se hacía con los héroes griegos, que una representación objetiva de su desnudez en combate. El Gálata moribundo se convirtió en una de las obras más admiradas de entre las que han sobrevivido desde la antigüedad y fue incansablemente copiada y tallada por artistas y escultores. Se cree que fue redescubierta a principios del siglo XVII durante unas excavaciones en Villa Ludovisi, junto al llamado Gálata Ludovisi o Galo suicidándose, y en fue incluida en la colección de la poderosa familia romana de los Ludovisi. Muestra señales de haber sido reparada, la cabeza parece haberse roto a la altura del cuello, aunque no se sabe con certeza si fue reparada en tiempos romanos a tras su redescubrimiento en el siglo XVII. La calidad artística y el expresivo pathos de la estatua despertaron gran admiración entre las clases educadas de los siglos XVII y XVIII, y era una visita obligada del Grand Tour europeo que emprendían algunos jóvenes de la época. Lord Byron fue uno de aquellos visitantes, conmemorando al Gálata moribundo en su poema Childe Harold's Pilgrimage (canto IV, stanzas 140–141). Fue copiado extensamente, y muchos reyes, estudiosos y gente poderosa encargaban sus reproducciones del Gálata moribundo (por ejemplo hay una copia en mármol negro en el vestíbulo de Robert Adam en la Casa Syon (Londres). Los menos pudientes podían adquirir copias de la estatua en miniatura para usar como adornos o pisapapeles. Muchos estudiantes de arte utilizaban también modelos de yeso a tamaño real (la Royal Academy de Londres tenía uno de éstos, hoy en día ubicado en la Courtauld Gallery). Durante este periodo algunos malinterpretaron la estatua pensando que se trataba de un gladiador, acuñando así denominaciones alternativas y erróneas: El Gladiador herido o moribundo, Gladiador romano, Mirmillón moribundo y Trompetista moribundo.