Goya y su Tiempo



-Biografía de Goya:Francisco de Goya y Lucientes (Fuendetodos, Zaragoza, 30 de marzo de 1746Burdeos, Francia, 15 de abril de 1828) fue un pintor y grabador español. Su obra abarca la pintura de caballete y mural, el grabado y el dibujo. En todas estas facetas desarrolló un estilo que inaugura el Romanticismo. El arte goyesco supone, asimismo, el comienzo de la Pintura contemporánea, y se considera precursor de las vanguardias pictóricas del siglo XX.

-Historia de Carlos IV:Carlos IV de Borbón, llamado el Cazador (Portici, Nápoles, 11 de noviembre de 1748Roma, 20 de enero de 1819) fue Rey de España desde el 14 de diciembre de 1788 hasta el 19 de marzo de 1808. Hijo y sucesor de Carlos III y de María Amalia de Sajonia.                                        
 El Motín de Aranjuez fue un levantamiento nobiliario ocurrido el 18 de marzo de 1808 por las calles de esta localidad madrileña. Se desencadenó debido a varias causas, entre ellas las consecuencias de la derrota de Trafalgar que recayó fundamentalmente en las clases humildes. A ello hay que sumarle el descontento de la nobleza, la impaciencia de Fernando VII por reinar, la acción de los agentes de Napoleón y las intrigas de la Corte, donde se iba creando un núcleo opositor en torno al Príncipe de Asturias, el futuro Fernando VII, formado por aristócratas recelosos del poder absoluto de Godoy, y farisaicamente escandalizados por sus supuestas relaciones con la reina María Luisa de Parma; así como el temor del clero a las medidas desamortizadoras.  

 
-Godoy:Manuel Godoy y Álvarez de Faria (Badajoz, 12 de mayo de 1767 - París, 4 de octubre de 1851) fue un noble y político español, favorito y primer ministro de Carlos IV entre 1792 y 1797, y nuevamente de 1801 a 1808. Fue duque de la Alcudia y de Sueca y príncipe de la Paz, en reconocimiento por su negociación de la Paz de Basilea (1795), título éste que años después Fernando VII declararía ilegal y Godoy reemplazaría, ya en el exilio, por el italiano de príncipe de Bassano.[1]
De origen hidalgo, fue elevado de forma meteórica al poder por Carlos IV, que le concedió títulos y honores, le dotó de una inmensa riqueza y le confió los más altos cargos del Estado, ante la incapacidad de las camarillas cortesanas del inicio de su reinado, encabezadas por los condes de Floridablanca (secretario de Estado de 1777 a 1792) y Aranda (idem en 1792) para hacer frente a las turbulencias del momento.

CUADROS DE GOYA:


SATURNO DEVORANDO A SU HIJO: Representa al dios Cronos,devorando a uno de sus hijos,por temor a ser destronado por uno de ellos.


El 3 DE MAYO: La intención de Goya al elaborarlo era plasmar la lucha del pueblo español contra la dominación francesa en el marco del Levantamiento del dos de mayo, al inicio de la Guerra de la Independencia Española.



 
LA MAJA DESNUDA: Se retrata a una mujer desnuda mirando al observador.




LA CARGA DE LOS MAMELUCOS: Goya pintó el cuadro oyendo los acontecimientos de la batalla, conmemora la resistencia de los españoles contra los ejercitos franceses de Napoleón.





LA FAMILIA DE CARLOS IV: Este cuadro representa la familia real del rey de España.









LITERATURA DE GOYA: 

CAPÍTULO XXVI: No se salvaron tres de a caballo que corrían a todo escape hacia la Puerta del Sol. Se les hicieron varios disparos; pero irritados ellos cargaron sobre un grupo apostado en la esquina del callejón de la Chamberga, y bien pronto viéndose envueltos por el paisanaje. De un fuerte sablazo, el más audaz de los tres abrió la cabeza a una infeliz maja en el instante en que daba a su marido el fusil recién cargado, y la imprecación de la furiosa mujer al caer herida al suelo, espoleó el coraje de los hombres. La lucha   -245-   se trabó entonces cuerpo a cuerpo y a arma blanca.

CAPÍTULO XXVII: La lucha, mejor dicho, la carnicería era espantosa en la Puerta del Sol. Cuando cesó el fuego y comenzaron a funcionar los caballos, la guardia polaca llamada noble, y los famosos mamelucos cayeron a sablazos sobre el pueblo, siendo los ocupadores de la calle Mayor los que alcanzamos la peor parte, porque por uno y otro flanco nos atacaban los feroces jinetes. El peligro no me impedía observar quién estaba en torno mío, y así puedo decir que sostenían mi valor vacilante además de la Primorosa, un señor grave y bien vestido que parecía aristócrata, y dos honradísimos tenderos de la misma calle, a quienes yo de antiguo conocía.